Cuentan las
abuelas del pueblo kato que, un día, el gran dios Nagaicho quiso crear el
mundo. Para eso, llevó con él a un perro.
Primero, el
dios formó la Tierra y después puso cuatro inmensas columnas para sostener el
cielo. Más tarde, hizo a un hombre y a una mujer con la tierra, que todavía
estaba blanda y caliente. El perro movió la cola al ver cómo cobraban vida.
Luego,
Nagaicho creó el sol resplandeciente y la luna fría, el océano inmenso y los
árboles verdes que se hamacaban en el viento. El perro hizo pis por primera vez
en el tronco de un nogal de altas ramas.
A continuación,
el dios creó osos y ciervos, coyotes, venados, serpientes y muchos otros
animales
— Hace falta
agua dulce para todas estas criaturas—le dijo el dios al perro.
Entonces, Nagaicho
arrastró sus grandes pies por la tierra y dejó unos surcos enormes. Luego,
metió sus dedos inmensos en las rocas. De allí brotaron manantiales que
corrieron por los surcos, formando ríos cristalinos.
—Prueba si
el agua es pura—le ordenó al perro. Y éste bebió con rápidos lengüetazos.
Después, el mismísimo dios disfrutó del líquido transparente.
Más tarde,
todos los demás animales y también los seres humanos se acercaron a las orillas
para beber y bañarse.
—Tenías
razón, el agua es buena—le dijo Nagaicho al perro—. Mira cómo todos la beben.
Luego, el
dios apiló piedras para formar lagos artificiales y estanques donde puso
peces, tortugas y anguilas.
Muy pronto
crecieron las flores y las frutas en esta tierra nueva que se llenaba de vida.
Una vez
terminada su tarea, Nagaicho le dijo al perro:
—Camina
conmigo. Veamos cómo ha quedado todo.
Los dos
anduvieron por altas montañas y llanuras
donde crecían los tréboles y el pasto verde. A su paso saltaban las langostas y
corrían las liebres. Los seres humanos comenzaban a construir sus primeras
chozas y los saludaban al verlos.
—Lo hicimos
bien—le dijo el dios al perro—. Ya podemos descansar.
Así fue como
los dos regresaron a su casa, en el lejano Norte de la Tierra y durmieron con
un sueño profundo.
Cuando las
abuelas kato terminan de contar esta historia, siempre hay algún nieto que
pregunta:
—¿Entonces, Nagaicho
creó todo menos el perro?
—Así es—dicen
las abuelas—. El perro ya estaba desde antes…
Leyenda del pueblo kato.
Versión de Graciela Pérez Aguilar.
Versión de Graciela Pérez Aguilar.
Foto: Perro corriendo, tomada del sitio 123RF
Me hencanto quiero mas lecturas asi♡♡
ResponderEliminarSi estuvo maravilloso 😍😍
ResponderEliminartabueno
ResponderEliminarSuper genial
ResponderEliminarHermosa muy entretenida
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